jueves, 16 de febrero de 2012

El Tajo, corriente de vida

¡Hola chicos! Nos llamamos Andrea Ciudad, Rocio Morales y Sergio Gómez y hemos realizado este trabajo de biología para que conozcáis un poco mejor un ecosistema tan importante como es el Tajo por Toledo, echad un vistazo al blog, esperamos que os guste.



Índice

  1. Su localización en España.
  2. Formas del relieve: accidentes geográficos que forman la zona. 
  1. Ecosistema fluvial
  2. Factores abióticos
  3. Factores abióticos: flora y fauna
  1. Ficha de los principales animales y vegetales
  2. Relaciones entres los seres vivos: intraespecíficas e interespecíficas

    Introducción: situación geográfica

    Hacer doble click en la imagen.

    Tajo, río mayor, río general de España, el más largo de la península Ibérica. Este río es aragonés, manchego, madrileño, extremeño y portugués y más tarde hecho un mar. 


    Pese a la magnificencia de los chorros de agua que se asoman entre las bastas mesetas de los Montes Universales, nadie apostaría mucho por el porvenir del Tajo. Pero se organizan muy pronto los regatos numerosos para formar este gran río que ya el poema del Cid cantaba hace más de 1000 años. Nace, como ya hemos dicho, en los Montes Universales, en la Sierra de Albarracín (Teruel), sobre la rama occidental del Sistema Ibérico y, después de recorrer 1.008 km, llega al océano Atlántico en la ciudad de Lisboa, el que vierte un caudal medio de 444 m³ por segundo.




    Al principio su curso avanza delimitando Aragón y Castilla la Mancha, a través de Teruel y Cuenca. Se encuentra con el Guadarrama donde gira hacia el suroeste y refrigera una central nuclear. Más adelante es sometido por nuevas plantas nucleares y represas. Anuncia su entrada a Madrid por la histórica cuesta de las encomiendas, pero es Aranjuez el primer municipio de importancia que toca su orilla. Aquí recibe al río Jarama, el mayor de los afluentes del Tajo, y ésta superabundancia fluvial exacerba la vegetación y agricultura del lugar, como un oasis de la agreste meseta castellana. Luego de ser frontera entre Madrid y Toledo, entra en esta última ciudad, siendo la única capital española que reflejan sus aguas. Es represado antes de alcanzar Puebla de Montalbán. Continúa hasta Talavera de la Reina, donde tuerce al suroeste. Abandona Toledo bajo unos arcos de estilo gótico de un puente monumental, hacia el encuentro de la ciudad de Alcántara con su puente romano. Después de servir de límite internacional, se adentra turbulento en Portugal. Próximo a su desembocadura se ensancha y se hace apto para la navegación.


    Durante los 900 kilómetros de viaje por España, manifiesta el río su salvajismo y su timidez exagerada: le huyen los pueblos. A penas se acerca a las ciudades salvo a Toledo, Aranjuez y Talavera, cuando está ya muy crecido.


     A lo largo de su curso se erigen con ímpetu hoces, simas, páramos y bosques de singular belleza que cobran protagonismo en la lista de espacios protegidos de España (Parque Natural del Alto Tajo en Cuenca, Parque Nacional de Monfragüe en Cáceres; el Parque Natural del Tajo Internacional, entre Cáceres y Portugal y en su desembocadura se encuentra la Reserva Natural del Estuario del Tajo).


    También encontramos varios embalses que reducen su régimen hidrológico. El apresamiento del río es especialmente visible en el tramo que va desde Talavera de la Reina hasta la frontera entre España y Portugal, de aproximadamente unos 300 km. Los embalses más importantes del Tajo son el de Buendía, Entrepeñas, Azután, Valdecañas, Torrejón-Tajo, Castrejón, Alcántara y Cedillo en España.


    En contraposición a su empresamiento, el Tajo cuenta con numerosos afluentes que aumentan su caudal: el río Jarama, el Guadarrama, el Alberche, el Tiétar, el Alagón y el Zézere por la derecha y el Guadiela, el Algodor, el Ibor y el Salor por la izquierda.


    Son muchos y variados los parajes de esta zona que poseen un gran valor paisajístico y una notable calidad ambiental y que por tanto merecen no solo disfrutar de su contemplación, sino además, comprender su significado dentro del complejo mundo de la Naturaleza. En el mapa podemos ver los accidentes geográficos que acompañan su curso: comienza en los Montes Universales, sigue por la submeseta sur, la meseta meridional de la Mancha, bordea los Montes de Toledo y el Sistema Central concretamente la Sierra de Gredos, la “fosa del Tajo” formada por un desfiladero a través de los relieves de la Sierra de Altamira y el valle que forma el río a su paso por Lisboa son los accidentes más importantes.


    Destacamos entre todos ellos, el asombroso “Torno del Tajo” a su paso por la ciudad de Toledo, tan visitado y al mismo tiempo tan enigmático. Se levantan colinas y entre ellas una roca habitada, no solo de hombres y desde hace más de 3000 años, sino también de tiempo, de historia, de leyendas, de arte. Como si al río le punzaran de pronto las dudas, gira, busca el camino del sur pero aferrándose a las rocas. 


    Este giro inesperado es uno de los fenómenos más llamativos que se produce en el borde norte del valle del Tajo. Se debe a la entrada del río en el bloque metamórfico de zócalo antiguo, en el que ha labrado un angosto valle, dejando aislado un peñón rocoso, que sirve de emplazamiento a la ciudad de Toledo, la cual queda rodeada por el amplio meandro que describe el río. El punto de emplazamiento estratégico de la ciudad de Toledo la preservaba de posibles ataques e incursiones. Lo que siempre ha sorprendido a quienes han estudiado este fenómeno es el brusco cambió de dirección del río y su penetración en las rocas duras, cuando hasta Toledo y después de esta ciudad, el río discurre en sentido este-oeste por un amplio valle labrado en los materiales blandos de la cuenca. Los fenómenos tectónicos producidos durante el Cuaternario pudieron forzar el cambio de dirección del Tajo. Esta plataforma rocosa fue el resultado de diferentes etapas geológicas con condiciones climáticas muy diferentes. Está formada por rocas graníticas y metamórficas.


    Las aguas del río se embalsan en los pantanos de Entrepeñas y Buendía, del que parten las aguas para el canal Tajo-Segura. Constituyendo uno de los principales enclaves hidráulicos de la península. Esta impresionante obra de ingeniería hidráulica permite el paso de un importante volumen de agua para saciar al río Segura, que presentaba alarmantes sequías años atrás.


    Tipo de ecosistema

    El Tajo es un ecosistema fluvial. El regimen del Tajo (distribución media mensual de los caudales a lo largo del año) a su paso por Toledo tiene un carácter netamente pluvial y es de una gran irregularidad, pues hay mucha diferencia entre el mes de más caudal y el de menos (febrero con 226,9 m3/seg. y agosto con 61.2 m3/seg.). Las grandes avenidas del río suelen producirse desde enero a abril, con máximo absoluto en marzo —cuando tiene lugar el deshielo—, mientras que los caudales más bajos se dan entre julio y octubre, con mínimo en el mes de septiembre. Todo ello condiciona un curso muy irregular, con fuertes oscilaciones de caudal.






    Por lo que respecta al territorio español, se encuentra regulada por la Confederación Hidrográfica del Tajo. Este organismo es el encargado de vigilar las oscilaciones en el caudal, el estado de contaminación del río, así como proteger su flora y fauna. 


    Para explicar los factores bióticos y abióticos nos vamos a centrar en el valle medio del Tajo, más concretamente en sus riberas situadas en el centro de la Submeseta Sur, en torno a la ciudad de Toledo.


    Los factores abióticos

     El clima de un lugar se define a partir de unos valores medios de temperatura y precipitación, obtenidos a partir de series de varios años (30 es el recomendado por la Organización Meteorológica Mundial). El clima de esta zona es muy representativo del predominante en la Submeseta Sur: templado mediterráneo de matiz continental. Sin embargo, la disposición del relieve y su relación con los flujos dominantes producen unas características microclimáticas que permiten diferenciar un clima local en esta zona del Tajo.


    Temperaturas. Se registran grandes diferencias entre los valores del verano y del invierno con una oscilación térmica anual de 20º que refleja claramente el carácter continental del clima. Los estíos son muy calurosos con temperaturas máximas absolutas en verano, por lo que en los meses de julio y agosto el termómetro marca con frecuencia los 40ºC. Estos registros tan elevados se deben, por un lado, a que el Tajo en Toledo alcanza una altura inferior a 500 metros y queda muy cerrado a las corrientes de aire externas que pueden refrescar el ambiente y por otro, al efecto térmico de la bolsa de aire caliente que se concentra en esta zona durante algunos días de verano. En invierno las temperaturas medias no son extremadamente frías (6ºC en enero), sin embargo, las mínimas son muy bajas ya que muchos días registran temperaturas por debajo de 0ºC e incluso de -5ºC, por tanto, las heladas son frecuentes y están asociadas generalmente a la fuerte radiación nocturna que se produce en condiciones anticiclónicas.

    Precipitaciones. Los escasos 376 mm de precipitación media anual que registra el observatorio de Toledo convierten al valle medio del Tajo en una de las zonas más secas de Castilla La Mancha. Los meses más lluviosos son los de Primavera, seguidos por los de otoño, el invierno constituye una estación intermedia mientras que el verano es claramente la época más seca del año.

    Nieblas. Son muy frecuentes durante el invierno y están asociadas generalmente a situaciones anticiclónicas, que, por radiación nocturna, producen una inversión térmica durante las primeras horas del día provocando la condensación de la humedad. Estas nieblas van desapareciendo conforme avanza el día y suben las temperaturas.


    Suelo. En el borde sur de la cuenca en contacto con el casco antiguo encontramos feldespatos, cuarzo y mica con bloques de granito y migmatititas englobados en una matriz arcillosa muy rojiza. Por tanto, este es un suelo mixto, poco poroso y se encharca con facilidad. Esto propicia unas buenas condiciones de humedad, fertilidad y profundidad. 
     

    Condiciones acuáticas. El agua de río es dulce, como todos sabemos. El Tajo contiene 3.5 g/L de sales disueltas. La cantidad de oxígeno que lleva disuelto el agua depende de la temperatura. El Tajo presenta disminuciones en la cantidad de oxígeno provocadas por la contaminación y el calentamiento de las aguas en los meses de verano que provoca la muerte de peces y otros organismos. La presencia de oxígeno disuelto, según los análisis es de 0.32 miligramos por litro cuando la cantidad mínima que precisa cualquier especie piscícola para sobrevivir es de 3.0 miligramo por litro. El químico de la depuradora de aguas de Toledo en su informe emitido, referente a índices de contaminación química, da la siguientes presencias en miligramos por litro: amoniaco 11.8, nitritos 0.53, detergentes 7.0, fosfatos 6.0 y materia orgánica 13.0. 




    Factores bióticos: fauna y flora de la zona.

    Dice un proverbio árabe que el agua es la vida. Y efectivamente es así. Allí donde hay agua se desarrolla una rica flora, a la par de una variada gama de especies faunísticas. Sin embargo, vamos a describir un espacio natural que se caracteriza por la intensa modificación que sobre él ha efectuado la intervención del hombre. Aunque los usos agrícolas del suelo, el desarrollo urbano y la contaminación del río han acabado con la mayor parte de la vegetación natural de Toledo, aún se pueden admirar una serie de modelos ecológicos y paisajísticos de un indudable valor didáctico y se conserva una rica flora en los márgenes del Tajo que acoge una cierta variedad de aves. Si bien, en lo que a la fauna se refiere, son las especies cinegéticas menores, como el Conejo de Campo y la perdiz, las más abundantes en la comarca.


    Flora


    La vegetación de este territorio, como el de otros, está condicionada por una serie de factores, unos de índole natural (clima, suelos, etc.) y otros de tipo humano-cultural. En los márgenes del río Tajo se instala una vegetación llamada de ribera que tiene un carácter especial debido a las distintas condiciones de humedad, fertilidad y profundidad del suelo que existen en este paraje. En la provincia de Toledo, las riberas del río están pobladas fundamentalmente por sauces y tarayes, tras los cuales se sitúan choperas y alamedas. Los cañaverales también hacen acto de presencia en sus márgenes, en remansos y encharcamientos. A cierta distancia de las orillas, surgen fresnos y olmos, esta última especie en claro retroceso debido a la aparición de un hongo infeccioso que ha acabado con numerosos ejemplares. Las encinas, cascojas, enebros, torviscos y espinos se extienden en sus inmediaciones, si bien los usos agrícolas han ido alterando este paisaje, reduciendo las poblaciones de estas especies, a favor del matorral bajo y de las campiñas. Como en cualquier río, abundan las plantas hidrófilas, como los juncos. 



    FAUNA

    Aves

    Las garzas tienen en las riberas del Tajo una de las más importantes poblaciones de la Península Ibérica. Especialmente significativas son sus colonias de garcillas bueyeras, la más numerosas de España y de garceta común, que se concentran en las inmediaciones de Malpica de Tajo y del embalse de Azután ambos enclaves pertenecientes a la  provincia de Toledo. El martinete también se refugia en la cuenca española y portuguesa del río, junto con el avetoro, el avetorillo y la garza imperial. Se destaca en Toledo la garza real. Anátidas como el ánade real, la focha común o la polla de agua completan el capítulo de aves acuáticas que habitan en las riberas y embalses de río. A ellas se unen rapaces y aves de rapiña como el águila culebrera, el águila perdicera, el águila calzada, el águila pescadora, el halcón peregrino, el cárabo o la lechuza. Por último entre las aves de pequeño tamaño, destacan el pájaro carpintero, la oropéndola, la curruca, el ruiseñor común, el abejaruco y el Martín pescador.





    Mamíferos

    El río sirve de corredor biológico a diferentes poblaciones de musgaño y rata de agua. El capítulo de mamíferos se completa con el zorro o el tejón, que se refugian a las afueras de la ciudad, por el bosque caducifolio de Polán. A ellos se añaden el conejo, la musaraña, el erizo y la garduña.




    Reptiles, anfibios y peces

    En cuanto a la herpetofauna, la cuenca del río integra especies reptiles como el lagarto ocelado, la culebra de escalera y la salamanquesa. La rana común, la rana patilarga, el gallipato y el tritón ibérico son los anfibios más característicos.





    Los peces más representativos son el barbo y la carpa. Peces migradores, antaño muy numerosos, han desaparecido del tramo español de río, como consecuencia de la construcción, en la segunda mitad del siglo XX, de distintas presas a lo largo de su curso. Es el caso del sábalo y de la lampera de río.




    Importancia histórica

    Además de su relevancia biológica, el tajo posee una gran importancia histórica, fruto de su vinculación con Toledo, una de las ciudades de mayor peso y recorrido histórico de la península ibérica. Fue levantada sobre una colina de unos 100 m de altitud y, como ya hemos dicho, está rodeada por el río, que la preservaba de posibles ataques e incursiones. Por su antigüedad e interés arquitectónico, cabe citar los dos puentes de Alcántara, de origen romano, y de San Martín.






    Descripción de las principales especies



























    RELACIONES ENTRE LOS SERES VIVOS.

    Relaciones interespecíficas.

    Es la interacción que tiene lugar en una comunidad entre dos individuo o más de especies diferentes, dentro de un ecosistema. Las principales relaciones interespecíficas de esta zona son las siguientes:


    Explotación. Se produce entre varias especies en la que unas resultan beneficiadas a costa de otras que son perjudicadas. Por ejemplo, la culebra de escalera se come las crías de otras aves, como  las de los patos.



    Competencia. Sucede cuando la adecuación biológica de uno es reducida a consecuencia de la presencia del otro, tal recurso puede ser alimento, agua, territorio o parejas. La garza y la grulla compiten por el territorio mediante la agresión, así no encontraremos convivencias de estas dos.

    Inquilinismo. Los insectos, como los escarabajos acuáticos y el zapatero común, constituyen su morada en las madrigueras de las ratas de agua en las riberas del río. De tal forma que cuando observamos la madriguera de estos animales, podemos distinguir fácilmente agrupaciones de larvas e insectos.


    Relaciones intraespecíficas.

    Es la interacción biológica en la que los organismos que intervienen pertenecen a la misma especie, este tipo de relación sólo se presenta en una población.

    -       Familiar y gregaria. Es la más común y la más fácil de encontrar. La relación familiar tienen por objeto la reproducción y el cuidado de las crías. El ejemplo más claro es el de los patos y ocas del Tajo, que siempre conviven en bandadas  formadas tanto por las crías, como por adultos que se ayudan  en la búsqueda del alimento y en la emigración (el más anciano se mueve en cabeza y guía a los demás).

    - 
    De competencia. Cuando en un determinado hábitat los recursos son escasos en relación con una población de individuos, éstos compiten entre sí por dichos recursos.La contaminación provoca grandes mortadantes de peces, esto ha provocado una disminución en el número de garzas no solo porque escasee el alimento, sino porque además, se pelean por conseguirlo.

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