jueves, 16 de febrero de 2012

Los factores abióticos

 El clima de un lugar se define a partir de unos valores medios de temperatura y precipitación, obtenidos a partir de series de varios años (30 es el recomendado por la Organización Meteorológica Mundial). El clima de esta zona es muy representativo del predominante en la Submeseta Sur: templado mediterráneo de matiz continental. Sin embargo, la disposición del relieve y su relación con los flujos dominantes producen unas características microclimáticas que permiten diferenciar un clima local en esta zona del Tajo.


Temperaturas. Se registran grandes diferencias entre los valores del verano y del invierno con una oscilación térmica anual de 20º que refleja claramente el carácter continental del clima. Los estíos son muy calurosos con temperaturas máximas absolutas en verano, por lo que en los meses de julio y agosto el termómetro marca con frecuencia los 40ºC. Estos registros tan elevados se deben, por un lado, a que el Tajo en Toledo alcanza una altura inferior a 500 metros y queda muy cerrado a las corrientes de aire externas que pueden refrescar el ambiente y por otro, al efecto térmico de la bolsa de aire caliente que se concentra en esta zona durante algunos días de verano. En invierno las temperaturas medias no son extremadamente frías (6ºC en enero), sin embargo, las mínimas son muy bajas ya que muchos días registran temperaturas por debajo de 0ºC e incluso de -5ºC, por tanto, las heladas son frecuentes y están asociadas generalmente a la fuerte radiación nocturna que se produce en condiciones anticiclónicas.

Precipitaciones. Los escasos 376 mm de precipitación media anual que registra el observatorio de Toledo convierten al valle medio del Tajo en una de las zonas más secas de Castilla La Mancha. Los meses más lluviosos son los de Primavera, seguidos por los de otoño, el invierno constituye una estación intermedia mientras que el verano es claramente la época más seca del año.

Nieblas. Son muy frecuentes durante el invierno y están asociadas generalmente a situaciones anticiclónicas, que, por radiación nocturna, producen una inversión térmica durante las primeras horas del día provocando la condensación de la humedad. Estas nieblas van desapareciendo conforme avanza el día y suben las temperaturas.


Suelo. En el borde sur de la cuenca en contacto con el casco antiguo encontramos feldespatos, cuarzo y mica con bloques de granito y migmatititas englobados en una matriz arcillosa muy rojiza. Por tanto, este es un suelo mixto, poco poroso y se encharca con facilidad. Esto propicia unas buenas condiciones de humedad, fertilidad y profundidad. 
 

Condiciones acuáticas. El agua de río es dulce, como todos sabemos. El Tajo contiene 3.5 g/L de sales disueltas. La cantidad de oxígeno que lleva disuelto el agua depende de la temperatura. El Tajo presenta disminuciones en la cantidad de oxígeno provocadas por la contaminación y el calentamiento de las aguas en los meses de verano que provoca la muerte de peces y otros organismos. La presencia de oxígeno disuelto, según los análisis es de 0.32 miligramos por litro cuando la cantidad mínima que precisa cualquier especie piscícola para sobrevivir es de 3.0 miligramo por litro. El químico de la depuradora de aguas de Toledo en su informe emitido, referente a índices de contaminación química, da la siguientes presencias en miligramos por litro: amoniaco 11.8, nitritos 0.53, detergentes 7.0, fosfatos 6.0 y materia orgánica 13.0. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog